En ARINVE buscamos empoderar a las comunidades indígenas de Venezuela Más de 7.000 personas, provenientes de diversos pueblos originarios, forman parte viva de este camino que construimos con respeto y propósito. Al comercializar los productos que nacen en sus territorios —semillas, resinas, frutos y esencias ayudamos a que sus familias puedan sostener una vida digna, libre de las garras de la minería ilegal y de todas sus consecuencias: la violencia que desgarra, la destrucción del paisaje, la pérdida de valores, la fractura de la identidad. Son ellos mismos, los productores, quienes deciden el precio de su trabajo, porque en nuestro modelo no hay imposición, sino dignidad, reciprocidad y reconocimiento.
" No viene de la industria. Viene de la tierra ".